miércoles, 27 de abril de 2016

ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO POSTERIOR
Las lesiones aisladas del LCP de la rodilla son poco frecuentes. A diferencia de lo que ocurre con el LCA de la rodilla, el tratamiento de una lesión aislada del LCP suele ser conservador y no quirúrgico. El LCP que suele sufrir una lesión intrasustancia puede cicatrizar con el reposo inicial y recupera la función con ayuda de la rehabilitación, recuperándose la estabilidad en sentido anteroposterior de la rodilla.
En los casos en los que no se consigue mejorar la estabilidad con tratamiento conservador, si persiste la incompetencia del LCP está indicada la intervención para reconstruirlo, habitualmente con un injerto de tendón de Aquiles de un banco de huesos.
La cirugía se realiza bajo anestesia raquídea y con un manguito de isquemia en el muslo para evitar el sangrado durante la operación.


ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

Una de las lesiones de rodilla más comunes es un esguince o desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA).


Los atletas que participan en deportes de alta demanda como el fútbol, fútbol americano y baloncesto tienen más probabilidad de lesionarse los ligamentos cruzados anteriores.

Si usted se ha lesionado un ligamento cruzado anterior, podría requerir cirugía para recobrar plena función de su rodilla. Esto dependerá de varios factores, como la severidad de la lesión y su nivel de actividad.

A continuación, encontraran el enlace de dos videos donde se puede observar una operación de LCA:



ROTURA DE LIGAMENTO COLATERAL INTERNO

El ligamento lateral interno de la rodilla o ligamento colateral medial es el encargado de mantener la estabilidad de la rodilla en la parte medial o interior de la misma. Dicho ligamento conecta a la tibia con el fémur en la porción interna de la rodilla impidiendo parcialmente el desplazamiento de la tibia sobre el fémur e impidiendo el desplazamiento de la rodilla hacia el interior, ayudado en este caso por el ligamento cruzado anterior.
De forma general, las lesiones de las estructuras ligamentosas de la rodilla, incluido el ligamento lateral interno, se clasifican según la gravedad del daño sufrido por los componentes. Teniendo en cuenta esta perspectiva podemos clasificar la lesión del ligamento lateral interno de la rodilla en tres grados diferentes:
  • Grado 1 o leve: en este tipo de grado de lesión del ligamento lateral interno de la rodilla se produce una rotura parcial de fibras del ligamento que produce dolor a la exploración de forma puntual, la estabilidad de la rodilla suele estar conservada, no suele presentar un gran componente de derrame articular y presenta una buena evolución con tasa de recidiva o posibilidad de volver a dañarse escasa.
  • Grado 2 o moderado: en este tipo de grado de lesión del ligamento lateral interno de la rodilla se produce una rotura total de las fibras más profundas del ligamento con una rotura parcial de las fibras superficiales. El dolor es más intenso, la inflamación y el derrame son más evidentes que en el grado anterior, se produce una inestabilidad moderada en la exploración física y el riesgo de recidiva aumenta con respecto al grado anterior. Normalmente el porcentaje de estructuras ligamentosas y meniscales dañadas de forma conjunta con el ligamento lateral interno es bajo.
  • Grado 3 o severo: en este grado de lesión del ligamento lateral interno de la rodilla se produce una rotura total del ligamento dañado. El dolor es generalizado al igual que la incapacidad para la bipedestación y el derrame articular y el hematoma colindante a la lesión. La inestabilidad es importante en la exploración física y el riesgo de recidiva y de lesiones adyacentes y consecuentes a la lesión del ligamento lateral interno de la rodilla son frecuentes.

ROTURA DE LIGAMENTO COLATERAL EXTERNO

Puede tratarse de un estiramiento, ruptura parcial o completa del ligamento.

Lesión del ligamento lateral externo de la rodilla, lesión del LCL o lesión del ligamento colateral externo en la articulación de la rodilla es una lesión del ligamento que se encuentra en la parte externa de la rodilla.

  COMPROMISO DE LOS LIGAMENTOS

  • Iº. Leve compromiso de mínima cantidad de fibras, dolor suave sin inestabilidad articular.
  • IIº. Moderado, disrupción de más fibras ligamentosas y una reacción articular más importante, sin pérdida de la estabilidad.
  • IIIº Severa, disrupción completa del ligamento con inestabilidad articular. Estos esguinces se subdividen de acuerdo a la inestabilidad articular ante las pruebas de stress en:

Inestabilidad de
1+, desplazamiento articular de 5 mm o menos (tratamiento ortopédico).
2++, separación de 5 a 10 mm (tratamiento ortopédico o quirúrgico).
3+++, separación de 10 o más mm (tratamiento quirúrgico).
Es una escala que requiere de las pruebas de stress para tener una noción clínico-quirúrgica más aproximada.



EXPLORACIÓN FÍSICA


La prueba más sensible para determinar alguna deficiencia del LCA es la de Lachman, que se realiza con la rodilla en flexión de 20 a 30°

La prueba más sensible para determinar una lesión del LCP es la prueba del cajón posterior, que se realiza con la rodilla a 90° de flexión.

Para valorar los ligamentos colaterales debe aplicarse estrés en el plano coronal a la rodilla con extensión total y con flexión a 30°. La maniobra de Pivot-Shift inverso es positiva si existe la sensación de reducción de la rodilla cuando es flexionada y rotada externamente y posteriormente extendida con un valgo bajo estrés. Esta maniobra indica lesión del LCP y del complejo posterolateral. La maniobra de cajón posterolateral es un tipo específico de cajón en la cual la rodilla está flexionada a 80° y el pie es rotado externamente a 15° para evaluar el desplazamiento y rotación externa de la meseta tibial lateral. Ésta sirve para valorar una lesión del complejo posterolateral. 


TRATAMIENTO 

Es diferente el tratamiento de esguinces agudos y antiguos.

  • Los recientes o agudos que se encuentran entre el Iº - IIº casi siempre comprometen un solo complejo ligamentario. Su tratamiento es conservador con una calza de yeso por 6 a 8 semanas, ejercicios isométricos del cuadríceps y al término de ello intensa rehabilitación integral durante 2 meses que incluye al inicio el uso de muletas. En el caso de compromiso de 2 o más ligamentos, la actitud es quirúrgica restableciendo la continuidad ligamentaria con suturas no reabsorbibles, reimplan-tando desprendimientos óseos, usando autoinjertos, aloinjertos o implantes sintéticos. Estas reconstrucciones ligamentarias se pueden hacer mediante artrotomía o artroscopía, esta última está en boga, usa rayos láser y permite recuperaciones más precoces con mejores pronósticos al parecer hasta el momento. Por ejemplo, la reconstrucción del ligamento LCA a base del ligamento patelar produce óptimos resultados con la artroscopía dirigida. Es evidente que los esguinces de IIIº son exclusivamente quirúrgicos en cualquier tipo de pacientes, deportistas o no, para conservar la estabilidad de la rodilla.

  • Los casos antiguos son objeto de cirugías radicales y requieren de plastías con tendones, fascias, homoinjertos, prótesis inertes de reemplazo y reconstrucción, siendo de pronóstico más reservado que los tratamientos precoces. Muchos pacientes en estos casos no quieren intervenirse y se conforman con el uso de rodilleras feruladas.



LUXACIÓN DE CADERA 

LUXACIÓN TRAUMATICA DE LA CADERA

Para comprender correctamente la clínica referente al tema, deben ser recordados los siguientes hechos anatómicos:
  • La cadera constituye una gran articulación, dotada de una amplia y extensa gama de movimientos.
  • La cabeza femoral está introducida enteramente en el interior del cótilo, "a presión". El contacto es tan hermético, que se genera dentro de la cavidad articulación un verdadero vacío entre las superficies articulares.
  • La cavidad cotiloídea, sumada al rodete de ampliación, es muy profunda y aloja en su totalidad a la cabeza femoral.
  • El ligamento redondo es un fuerte elemento de sujeción de la articulación.
  • Los ligamentos anteriores, muy poderosos, refuerzan la cápsula por delante. Por atrás la cápsula es laxa y sin refuerzos ligamentosos.
  • Si la cadera está flectada a 90°, la cabeza femoral está apoyando en una amplia extensión, directamente sobre la cápsula.
  • Si además el muslo así flectado, se encuentra en posición de aducción (cruzado sobre el otro), prácticamente toda la cabeza del fémur apoya sobre la cápsula posterior, sin apoyo acetabular.
  • El tronco del nervio ciático desciende directamente tras la cara posterior de la articulación; allí puede ser contundido directamente por la cabeza femoral en su desplazamiento posterior.
  • Los vasos arteriales, nutricios del cuello y cabeza del fémur, discurren en el espesor de la cápsula articular; el desgarro de ella en la luxación de la articulación, compromete en tal grado la vascularización de la cabeza que puede determinar su necrosis por avascularidad.


SINTOMAS Y DIAGNOSTICO

  • Luxación posterior: los signos son característicos y el diagnóstico es, en general, fácil:
    1. Hombre adulto joven.
    2. Traumatismo violento, en que han actuado fuerzas axiales directas o indirectas a lo largo del fémur, contra la cadera flectada.
    3. Dolor en la raíz del muslo.
    4. Impotencia funcional total.
    5. Posición viciosa del muslo, que es muy típica:
      • Muslo aducido.
      • Rotado al interno.
      • Miembro más corto.
    6. La cabeza femoral a veces se puede palpar bajo los músculos glúteos.
    7. El macizo troncantereano está más elevado en el lado supuestamente luxado (línea de Rose-Nelaton), lo cual es muy difícil de detectar dadas las circunstancias.
  • Luxación anterior: da una sintomatología inversa, considerando que la cabeza femoral luxada se encuentra en un plano anterior al cótilo.
    1. Antecedente traumático violento con muslo abducido y rotado al externo.
    2. Se ve y se palpa la cabeza femoral en la arcada inguino-crural o en la región obturatriz.
    3. Miembro inferior más largo.
    4. Miembro inferior abducido y rotado al externo.

TRATAMIENTO

Como en todas las luxaciones, la tentativa de reducción debe ser inmediata; en la medida que van transcurriendo las horas, las dificultades en la reducción se van haciendo mayores. La contractura muscular, que va siendo muy poderosa, se constituye en un obstáculo formidable para conseguir la reducción; transcurridos algunos días, la reducción ortopédica puede llegar a ser imposible.
Si las circunstancias son tales que no disponga de un estudio radiográfico, tiene dos posibilidades:
  • Evacuación inmediata del enfermo a un centro hospitalario idóneo.
  • Proceda a la reducción aun sin la confirmación radiográfica.
El procedimiento de reducción suele ser difícil de realizar pero de todos modos debe ser intentado:
  1. Anestesia general profunda con relajación muscular.
  2. Enfermo acostado en el suelo, sobre una colchoneta o frazadas dobladas.
  3. Un ayudante se carga con todo su peso, apoyándose sobre las espinas ilíacas, aplastando la pelvis contra el suelo.
  4. El médico flecta la cadera luxada de modo que el muslo quede vertical; la rodilla flectada (90°) y el pie entre las rodillas del operador.
  5. El médico coge con sus dos manos la cara posterior de la pierna, bajo el hueco poplíteo y con fuerza, sostenidamente y sin violencia, tracciona hacia el zenit.
  6. La cabeza femoral, que está detrás del cótilo, asciende, se enfrenta al cótilo y bruscamente se introduce en su interior.
  7. Compruebe que la reducción conseguida sea estable; empuje el muslo contra la cadera, en forma suave; si la articulación se luxa, significa que o no se redujo o es inestable. Repita la maniobra; compruebe que la luxación está reducida; si en esta circunstancia la articulación se vuelve a luxar, significa que es inestable, muy probablemente por fractura de la ceja cotiloídea posterior. Vuelva a reducir y obligadamente debe fijar la articulación con yeso pelpipédico con el miembro abducido o bien, debe emplear una tracción continua, transesquelética (6 a 8 kg de peso). Si la luxación es estable, puede quedar sin yeso ni tracción.

COMPLICACIONES DE LA LUXACION DE CADERA

Fractura del reborde posterior del cótilo

Esta fractura es la causa de que la luxación sea inestable. El enfermo debe ser trasladado, con yeso pelvipédico, a un servicio de traumatología.

Compromiso del nervio ciático

Es una complicación poco frecuente y está provocada por la contusión del nervio por la cabeza femoral desplazada hacia atrás. No es infrecuente que el daño neurológico comprometa sólo o predominantemente a la rama del ciático poplíteo externo 

Necrosis parcial o total de la cabeza femoral

Quizás sea la complicación más frecuente y más grave. Ocurre como consecuencia de una lesión de los vasos nutricios de la cabeza femoral, que llegan a ella a través de la cápsula articular. Junto con el desgarro ocurrido en el momento de la luxación, hay desgarro de los vasos nutricios; si el daño vascular es suficientemente importante, se corre el riesgo inevitable de una necrosis parcial o total de la cabeza femoral.
Está comprobado que mientras más demore la reducción de la luxación, son mayores las posibilidades de una lesión vascular irreparable; es una de las razones que hace obligatoria la reducción precoz de la luxación.
La magnitud del daño de partes blandas peri-articulares (cápsula, ligamentos, etc.), la falta de una adecuada inmovilización prolongada post-reducción, intervenciones quirúrgicas para practicar osteosíntesis de fractura cotiloídea, son otros tantos factores de riesgo de necrosis avascular de la cabeza femoral.
Sin embargo, la complicación puede presentarse, sin que haya habido ninguno de los factores agravantes mencionados.

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